Los secretos para que se de el aprendizaje
A pesar de un aumento significativo de la financiación para la educación, la mejora de la base técnica, los programas y enfoques educativos, es cada vez más difícil enseñar a los niños. Está aumentando el número de niños que no pueden beneficiarse de la educación.
Existe un mito generalizado en la sociedad de que los factores clave del aprendizaje son las tecnologías educativas como la pedagogía, el plan de estudios, las habilidades de los docentes, el mérito y los logros. De hecho, la propia capacidad de aprendizaje del alumno es más importante que el cómo enseñamos, qué enseñamos o cuáles son los conocimientos y habilidades del profesor.
¿Qué hace que un niño aprenda? ¿Qué debe “traer” un niño a la escuela para un aprendizaje exitoso? Hay dos factores poderosos que hacen que un niño aprenda:
– Estar vincudo al maestro, lo que es un requisito previo para cualquier mamífero;
– La necesidad de conocimiento generado por el proceso emergente, que a su vez permite al niño aprender fuera del contexto del vínculo.
Para aprender fuera del contexto del vínculo, las siguientes habilidades son importantes:
- Interés, atracción y curiosidad.
- La capacidad de experimentar decepciones, beneficiarse de sus propios errores, de las malas experiencias y tener conciencia de las relaciones de causa y efecto.
- La capacidad de “integrar” conceptos en conflicto y aprender de ellos.
Estos tres signos suelen darse en la maduración. Y este es el potencial que tiene todo el mundo, no depende de la nacionalidad, situación económica, forma de educación ó escuela, lo tenemos por derecho de nacimiento. Pero no todo el mundo lo tiene.
La pedagogía basada en calificaciones asume que un niño aprenderá mejor después de recibir una calificación. Pero si los procesos de maduración del niño se atascan y no puede beneficiarse de sus errores, entonces tales métodos no funcionarán para él. Pero si está lleno de energía vital y es curioso, entonces no necesita tales métodos para motivarse.
Es imposible enseñar a los niños que no aprenden de sus errores, de su imperfección ni de la imperfección del mundo, pero tú puedes encargarte de ldar as condiciones necesarias para ello.
La primera condición es un corazón blando, es decir, que no haya defensas que lo lleven a anestesiar y dejar de sentir. Para beneficiarse de la frustración, primero debe sentir la frustración en sí, esto como resulado de que algo no está funcionando. Hay que sentir la decepción y eso duele. Si existen defensas psicológicas, entonces nuestro cerebro nos excluye de estas experiencias. Y luego el niño no siente esto, y hace lo mismo una y otra vez, obteniendo el mismo resultado, y cometiendo los mismos errores sin aprender las lecciones, o se rinde, creyendo que es mejor no hacer el esfuerzo en absoluto.
La segunda condición es la oportunidad de enfrentar pequeñas decepciones en la vida del niño. Si imaginamos la paternidad como la necesidad de esparcir pajitas por todos lados, para hacer que la vida del niño siempre funcione, para que no llore, no tenga decepciones, si el niño no tiene la oportunidad de sobrevivir a la derrota y tener la experiencia de que pasó por el fracaso y sobrevivió, si no se enfrenta a pequeñas situaciones que no funcionarán en su vida, entonces no desarrollará resistencia psicológica a la decepción.
Cuando el niño va a la escuela y no puede ser el primero, el mejor y el más amado allí, no siempre será elogiado, y al cerebro le parece que este es el fin del mundo. Nuestra tarea como padres es crear condiciones suaves en las relaciones con el niño, para darle la oportunidad de sentir algunas pequeñas pérdidas, sin dejar al niño solo con estas experiencias. Por lo tanto, ayudamos al niño a experimentar pequeñas decepciones y a convertirse en aprendices en el futuro.
Olga Pisarik, Seminario sobre secretos del aprendizaje, San Petersburgo, 2017
Resumen compilado por Yulia Varlakova
Editado por Elena Furdak
Revisión de traducción informal al español: Marcela Escalera.
Fuente: Caring Alpha web-site – http://alpha-parenting.ru - serving to promote, inspire and educate.
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